10 de enero de 2011

Lunes de Motivación / La defensa del tesoro

Antes de proseguir, déjenme que les cuente que para esta entrada, me puse a escribir un pequeño ensayo, que cuando me di cuenta ya había llenado cuatro hojas por los dos lados. Y es que hay mucha tela de donde cortar referente a este tema, pero me detuve a preguntar ¿Por Dios, quien querrá leer un artículo de esa extensión en mi Blog? Fue entonces cuando decidí hacer este tema lo mas breve y conciso posible.

Bien. ¿Quién no sabe que los segundos forman minutos; que los minutos hacen horas; las horas, días; los días, semanas; las semanas, meses; los meses, años; y los años conforman la vida? Absurdo preguntarlo.

O, ¿cuantos no hemos escuchado hasta el cansancio que la vida está hecha de momentos? O, ¿cuantos no creemos que la vida es nuestro máximo tesoro? Todo mundo la considera así, es verdad.

Y, ¿si tenemos un gran Tesoro?, quien de nosotros decide DELI-BERADA-MENTE dejar puños de nuestro preciado tesoro tirados por aquí y por allá? ¡Nadie!

Pero, el descuido y el desconocimiento si logran que nuestro tesoro se pierda.

Muy jóven y gracias a los libros de superación personal, -que conseguí prestados, me di cuenta de cuanto de mi tiempo se estaba yendo por el excusado, y aprendí como revertir la fuga. De ahí surgieron mis:

5 Formas más comunes en las que se esfuma el Tesoro


1. Levantarse tarde. Reconocer que esta es la forma más estúpida en que yo desperdicio mi tiempo no me hace mejor, pero al menos estoy consiente de que vale mas la pena pasar una hora con mi familia o amigos que una hora de sueño.

2. Desvelarse sin ningún motivo importante. Mientras siga ignorando que son las primeras cuatro horas de la noche (8 a 12 p.m) las que me devuelven la energía y le permiten un descanso completo a mi cuerpo, me iré gustosamente tarde a la cama, y el día siguiente lo aprovecharé solo al cincuenta por ciento. Muy cierto.

3. Pasar mucho tiempo viendo la televisión (tanto prendida como apagada ;). Descubrí que más de media hora es demasiado.

4. Pasar mucho tiempo en pláticas -telefónicas o presenciales- inútiles. Las conversaciones incluyen SMS’s y Chats.

5. No tener metas, planes ni sueños. Entendí que si zarpamos en el barco de nuestra vida sin saber a donde nos dirigimos, nos mantendremos dando vueltas en un mismo lugar. Desperdiciando el maravilloso combustible de nuestra nave.

Si hemos desperdiciado el tiempo de esas formas cientos de veces, no es reconfortante escuchar que desafortunadamente el tiempo perdido no regresa jamás. La buena noticia, entonces, es que NUNCA es tarde para recuperar el control de nuestro bote (pero no el de “shake your bum bum” ;)) y darle una nueva ruta.

Y, por eso aquí están mis:

5 infantiles pero eficaces formas de detenerlo

1.
Trazar una ruta. Lo primero que tenemos que hacer y lo más importante es definir a donde queremos llegar, cuáles son los sueños que queremos realizar, qué queremos lograr con ellos; y en qué condiciones -físicas, emocionales y financieras- queremos llegar al final de nuestra vida.

2. Planear. Una vez que definimos a donde queremos llegar, lo siguiente es dedicar cada momento y cada instante a encaminarlos hacia la conclusión de cada uno de nuestros planes. La diseminación de las metas grandes en varias pequeñas, nos permiten ver los grandes sueños como alcanzables. Además, los itinerarios y la planificación del tiempo nos impiden desviarnos del camino.

3. Levantarse temprano. En las mañanas cuando me cuesta levantarme, me animo a mi misma repitiéndome: “Yeni, no importa si eres pobre o millonaria, si quieres ser exitosa DEBES levantarte temprano.”

4. Descansar, ejercitarse y alimentarse sanamente. Todo tiene que ver con el tiempo en éste punto. Una buena salud nos proporciona una vida más larga y feliz. ¡Acrecentamos nuestro tesoro! =)

5. Hacer lo que amamos hacer. Si ya manejamos a la perfección los puntos anteriores pero estamos en una actividad profesional que no nos llena o no nos hace feliz, es tiempo de botarla y decidirse por lo que realmente siempre hemos deseado hacer. Porque si nuestra vida no es rica y feliz, ¡entonces nuestro tesoro CARECE de todo valor! Punto

Gracias a mi muy querida Maestra Angélica Pontigo Loyola a la que admiro y respeto mucho, aprendí que “no importa si a lo que quieres dedicarte es a ser barrendero, médico, bombero o padre; pero conviértete en el mejor, más exitoso y feliz barrendero, médico, bombero o padre.”

Gracias por leer. ¡Que tengan un feliz y exitoso Lunes!

2 comentarios:

  1. Muy interesante tu blog, en especial esta entrada... Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Hola Edgar! Gracias por tu visita y tu comentario! Escribes algún blog?

    ResponderEliminar