20 de enero de 2013

Ella

Mientras pienso, escribo y busco inspiración para mis planes de este año, tengo en mi escritorio las fotos que le hice a mi mamá la pasada Navidad. El día 24, por algun motivo, solo estuvimos ella y yo en casa. Intentamos preparar algo delicioso para cenar, pero preferimos dejar el platillo para el día siguiente. 

Después de regresar de visitar a mi hermana Raquel, platicamos un rato, nos dimos un beso, un abrazo y nos fuimos temprano a la cama. Al otro día, le pedí  que me regalara unas horas en la tarde porque quería fotografiarla. Aunque tengo fotos de ella, no había podido hacerle algunas con más calma. En mi casa tengo retratos de ella de hace mucho tiempo, pero ninguna reciente, ó al menos ninguna que a ella le dé gusto ver cuando vá. Ya saben, las madres nuestras siempre tienen una y mil ideas de porqué segun ellas, no "salen bién".

Bien, pues quiero presentarles a la mujer que más amo y admiro en el mundo. La mujer que se ha convertido en mi mejor amiga y con la que paso los mejores momentos y días de mi vida. La mujer por la que vale despertarse todos los días y sonreir. La mujer que gracias a su existencia, me hace ser la tipa más feliz y completa del mundo.

Ella, es mi madre, la luz de mis ojos y la razón de mi existencia.


Ésta es mi favorita. No solo porque está sonriendo, sino por la fé que tiene en que Dios siempre está con ella, en que la cubre con su manto sagrado y la protege. Su fé y confianza que tiene en nuestro Creador es la que le dá esa paz que se aprecia en su rostro. Además, la razón 80 mil de porque la amo tanto es porque siempre nos motiva a buscar a Dios y a confiar en Él.


Ésta es su pose favorita, me imagino que porque la hace lucir intelectual :P 




Esa tarde del 25, que por cierto estaba esplendorosamente hermosa y cálida, por fin preparamos un platillo especial. Lo compartimos con unos encantadores amigos de ella. Cenamos delicioso, platicamos y reímos. Si esta fuera la versión del resto de mis Navidades, definitivamente no las cambiaría por nada en el mundo. Pasar un día como esos o como cualquiera al lado de mi madre adorada es lo único que necesito para ser inmensamente feliz. Agradezco a Dios por tan ENORME Bendición.

Nota: La chica que está con ella, esa que no se maquilló ni se peinó (nada fuera de lo normal) soy yo :)