5 de abril de 2014

Retratos Alma & Co.

El semestre pasado tuve la oportunidad de capturar el momento en que Alma y sus mejores amigos se despedían de la UAEH. Concluyeron la Licenciatura en Enfermería, y no pude evitar recordar el día en que yo también dije adiós. Y es que los años que se pasan en la Universidad son sin duda de los mejores que uno puede vivir.

Felicidades a ellos por este sueño cumplido, y que solo sea uno de muchos.

El antiguo Hospital de Nuestra Señora de Guadalupe que ahora alberga las oficinas centrales de nuestra Alma Máter, fue el elegido para estas fotos de fin de curso. Nuestra querida Garza es tan requerida que incluso para tomar fotos ahí se necesita un permiso previo.



Conozcan a Alma . . .


Hernán,


Selene,

 . . . y Brianda.

¡Digan whisky!

Ok, ¿ahora? :) :) :)


 ¡Hasta la vista, baby! . . .


;)


2 de abril de 2014

¡Ya pasó un año!


Las hojitas lucían cada vez más secas, pero entre más agua le ponía, más se moría. Un día decidí podarla, más porque no aguantaba verla así que por querer verla florecer. Tomé mis tijeras de cortar papel y la podé al raz como quien trata de desaparecer algo que la avergüenza. Cuando vi mi macetita toda desolada creí que había cometido un grave error, ya que las personas dicen que hay un tiempo y una forma especial para hacerlo, así que pronto me arrepentí.

Decidí ponerle agua cada tercer día a ver que pasaba, pensé que si ya la había terminado de aniquilar, que más podía perder. Pasaron casi  3 semanas, sin que viera ningún cambio. Un día, que llegaba sumamente agobiada del trabajo, me dí cuenta de que un pequeño tronquito empezaba a aparecer, e inmediatamente mi día de agobio se convirtió en uno explosivamente feliz. Continué regándola según el consejo de mi mamá de que solo se hace cuando la tierra está árida. El día que vi que una verde y hermosa hoja empezaba a desenvolverse, no cabía de alegría. Eso significaba para mí mucho más de lo que parece.

Había logrado darle vida una vez más a mi preciosa plantita que me acompañaba todos los días en la cocina. Pero sobre todo, significaba el reflejo de mis propias dificultades.

En mi lucha incansable de convertirme por fin en fotógrafa profesional, una que viva de ella y por ella, una que pueda experimentar al máximo todo el potencial y creatividad del que es capaz, me dí cuenta de que el camino es mucho más escabroso del que parece y de que cuando parece que la cima de la montaña está más próxima, en realidad más lejos está. Es una cuesta tan pesada que es entendible porqué muchas personas desertan pronto. Yo me encontraba en ese punto, en ese cuando el camino recorrido parece muy largo y la cima cerca, pero que en realidad es lo contrario. Miraba atrás y mis pasos apenas parecían notarse. Mis sueños parecían justo como esa plantita cuando la podé, parecían haber desaparecido ya que no veía llegar a ningún lado con mis planes, no parecía ni tantito ser una fotógrafa, ni mucho menos alguien tenía idea de que estaba trabajando para serlo. No pude ni siquiera actualizar este blog en un año.















Cuando mi plantita empezó a renacer, algo se removió dentro de mi, diciéndome que mis sueños no estaban muertos, que mis esperanzas y mis planes no estaban perdidos. Que cuando parece que algo está muerto, perdido, y desolado en realidad no lo está, porque aunque no se vea, algo está pasando ahí dentro, algo bello en realidad se está desarrollando, y solo es cuestión de tiempo y mucha constancia para que esa "vida" se manifieste.

Gracias a Dios, en este año, no he dejado de trabajar. Tengo fotos que lo prueban y que aunque tarde las iré subiendo. Por fin después de mucho, estoy cobrando por mis servicios. Tengo un logotipo. He encontrado mi niche, que es básicamente el tipo de fotografía en la que me estoy especializando y a la que me dedicaré. Decidí que las bodas no son lo mío, aunque en un principio pensé que así era. Pronto empezaré a mostrar mi trabajo con este y muchos cambios más aquí en el blog. Sigo aprendiendo, justo ahora, estoy en un curso en línea con una fotógrafa danesa con un estilo de fotografía exquisito, Christina Greve, quien además de ser increíble en lo que hace, es una maestra en coaching y motivación.

Doy gracias a Dios porque en un año en el que parece que nada pasaba y mis sueños, incluído este blog parecían estar desolados, algo aquí dentro, muchas cosas bellas se están desarrollando. Gracias al que me lee y que me desea solo cosas buenas. Que sus  proyectos se concreten, y que aunque muchos parezcan lejanos y que nunca llegan, no duden en que mientras sigan trabajando un poquito cada día, no importa cuando, sus sueños se cumplirán y tomarán forma inevitablemente.

;)

Yeni