8 de agosto de 2011

Tratando como loca

Veía el paisaje y el sol de la mañana a través de la ventanilla. Por momentos veía mi propio reflejo, pero mis ojos no podían dejar de admirar los vastos campos verdes que se perdían en el horizonte. Ni a la derecha ni a la izquierda se veía nada más. Me acomodo en mi sillón y me da gusto ver que no tengo acompañante, por lo que subo mi pierna en el asiento de al lado para ir más a gusto. No es que no me guste tener acompañantes, pero créanme que los ADO son los autobuses más incómodos que se puedan imaginar, aunque eso si, los más seguros.

El viernes es el día cuando mejor me siento para reflexionar y para pensar en todo lo que hice en la semana que pasó. El viajar durante dos o mas horas en un autobús, te da solo dos opciones: pensar ó mirar las películas que ya has visto una y otra vez. Yo siempre decido pensar, . . . aun cuando esa película de Dwayne Johnson "La Roca", no la he visto ;p.

Saco una hoja blanca y un lapicero. Siempre voy preparada porque además de meditar también siento ganas de escribir, y más si es una mañana tan hermosa. Nunca he escrito un ensayo importante, un poema, un soneto, ni siquiera sabría como escribir un buen verso. Como siempre lo he dicho, mi meta es aprender a escribir mediana y decentemente bien y poder expresar una que otra idea de forma coherente, así que creo que la práctica es indispensable. Y, si ustedes creen que ni siquiera he empezado, ¡pues tienen razón! ;). Pero al menos el viernes pasado pude escribir Es-toy can-sa-da.

Estoy cansada porque he trabajado las últimas tres o cuatro semanas como una desquiciada. Mi día empieza a las 8, no muy temprano, lo sé. Luego, la salida de la oficina es a las seis o siete de la noche. Entonces, y solo entonces, empieza mi estudio y la auto instrucción en fotografía. A las dos o tres de la mañana ya estoy lista, ¡y muerta!, para irme a la cama. Dios es grande y maravilloso porque me regaló los fines de semana, y es entonces cuando puedo dedicar algunas horas o un día completo a la práctica. No siempre es posible porque también mi familia reclama un poco de mi tiempo. Aunque acepto que mi gran amor es mi cámara y quisiera pasar todo el fin de semana solo con ella, a veces me siento mal de no pasar más tiempo con ellos.

Pero, no es todo eso por lo que me siento "metafóricamente" cansada. De hecho hacer todo eso me hace sentir feliz y completa. Me siento cansada de no estar confiando lo suficientemente en mi, de pensar negativamente acerca de mi y creer que realmente nunca podré llevar mi negocio de la fotografía a otro nivel. Estoy cansada de creer que todo el tiempo que le pueda dedicar a este arte, nunca va a hacer suficiente. Estoy cansada de pensar que nunca podré lograr dominar mi cámara y sus funciones, que nunca podré manejar el uso de la luz natural, de los flashes, de las poses, de la composición fotográfica de calidad en si. Así que hoy decidí dejar de pensar así.

Decidí dedicarme solamente a seguir trabajando duro, y hacer lo mejor que pueda con los recursos que tenga. Decidí confiar en mi y creer de ahora en adelante que aunque en este momento no domine ni siquiera en un bajo porcentaje el uso de mi cámara ni de los lentes, ni de los accesorios, ni de los flashes, ni de la luz, ni de ningún arte de la fotografía, voy a intentarlo y hacer tal como hizo mi nueva motivadora favorita:

"Me pidieron actuar cuando no podía actuar. Me pidieron cantar 'Funny Face' cuando no podía cantar, y bailar con Fred Astaire cuando no podía bailar - y hacer todo tipo de cosas para las que no estaba preparada. Entonces, traté como loca de conquistar todas y cada una de esas cosas."

Audrey Hepburn

¡Que tengan dulces sueños!

No hay comentarios:

Publicar un comentario